viernes, 18 de junio de 2010

Adiós, Maestro

... entonces podrá preguntar, Muerte, dónde está tu victoria, sabiendo no obstante que no recibirá respuesta, porque la muerte nunca responde, y no es porque no quiera, es sólo porque no sabe lo que ha de decir delante del mayor dolor humano.


Las intermitencias de la muerte, José Saramago (1922-2010)
Traducción de Pilar del Río